¡Hola lectores! Hoy os publico una entrada titulada 8 consejos prácticos para prevenir la tortícolis muscular en bebés.

La tortícolis muscular es el acortamiento de determinada musculatura del cuello que genera dificultad o imposibilidad para que el bebé gire su cabeza hacia uno de los lados. También podemos encontrar desviación lateral del cuello, es decir, el bebé acerca su oreja a uno de sus hombros.

consejos para prevenir la tortícolis musical

Como ya os he dicho en otras entradas relacionadas con este tema, cuando el bebé tiene tendencia a girar la cabeza hacia uno de los lados pero puede hacerlo para los dos, recibe el nombre de postura preferencial. Esto significa que tiene mayor facilidad para girar hacia un lado pero posibilidad de girar hacia los dos.

Existen 8 grados de tortícolis muscular. La diferencia entre un grado y otro la determinan diferentes factores: la edad, la diferencia entre el giro hacia un lado y hacia el otro y la presencia de la oliva (bulto en la parte lateral del cuello).

Por ejemplo, los grados 1, 2 y 3 son los que hacen referencia a los bebés de entre 0-6 meses, por lo que como máximo un bebé de esta edad podrá situarse en el grado 3. Si queréis conocer más sobre los 8 grados, ida a la página 54 de esta guía.

La edad es un factor determinante para conocer en qué grado se sitúa a cada bebé. Esto se debe a que la edad nos indica en gran medida la evolución de la tortícolis. A menor edad, más fácil será de resolverla.

A continuación, os dejo 8 consejos para evitar la tortícolis muscular:

  • El porteo ergonómico.

El porteo ergonómico es una forma de transporte que evita que se generen puntos de presión sobre la cabeza del bebé. Recordad que los bebés tienen la cabeza blanda y que los puntos de presión pueden generar zonas de aplanamiento. Una vez que estas zonas planas están desarrolladas, será más fácil que la cabeza repose sobre ese aplanamiento, lo que provocará dificultad para girar la cabeza hacia el otro lado.

  • Evitar tiempos prolongados en hamacas, capazos, moisés, etc.

Las hamacas, al igual que otros dispositivos, provocan puntos de presión sobre la cabeza del bebé que pueden generar zonas de aplanamiento y dificultad la rotación del cuello.

  • Tummy time.

El tummy time es tiempo de estimulación bocabajo. Es muy importante que estimulemos a nuestro bebé bocabajo para que desarrollo la musculatura antigravitatoria de la cabeza y del tronco. De esta forma, irá controlando la posición de la cabeza, lo que evitará la formación de tortícolis musculares y plagiocefalias. Debe entrenarse de forma progresiva y desde los pocos días de vida del bebé.

  • Estimulación visual.

Podemos utilizar los estímulos visuales para trabajar el giro de la cabeza hacia los dos lados. Dependiendo de la edad de nuestro bebé debemos ofrecerle unos u otros objetos.

  • Masaje infantil.

Los bebés son muy sensoriales y reciben mucha información a través del tacto. El masaje les ayuda a construir su esquema corporal y distinguir entre un lado y el otro. Sentir, por ejemplo, sus dos manos, les ayuda a orientar su cabeza hacia los dos lados.

  • Evitar colocar los dispositivos en los que suele estar el bebé (hamaca, capazo, etc.) siempre en el mismo sitio.

Debemos evitar “aparcar” los diferentes dispositivos en nuestra casa. Por organización, tendemos a que el capazo, la hamaca, el moisés, etc. estén siempre en el mismo lugar. De esta forma, los estímulos siempre les llegarán desde el mismo sitio. Por ejemplo, si siempre colocamos la hamaca a la derecha de una ventana o de la televisión, la luz o el sonido le llegará siempre por el mismo lado.

  • Alternar la posición de la cabeza y los pies en la cuna.

El bebé cuando se despierta en mitad de la noche sabe hacia dónde orientarse para llamar a sus padres. De esta forma, si le damos la vuelta al bebé dentro de la cuna (colocando los pies en la cabeza y viceversa) tendrá que orientarse hacia el lado contrario para buscarnos. Lo ideal para prevenir la tortícolis muscular es colocar la cabeza una noche en el mismo sentido que la nuestra y la siguiente noche en el sentido contrario.

  • Si se realiza lactancia de fórmula, cambiar de brazo para darle el biberón.

Cuando se realiza lactancia materna, se sabe que debemos cambiar de pecho para vaciar los dos. Sin embargo, cuando se realiza lactancia de fórmula, se tiende a coger al bebé siempre con el mismo brazo según la comodidad del adulto. Como ya hemos visto, esto provoca que el bebé siempre reciba el estímulo desde el mismo sitio. Lo ideal es cambiar de brazo a la mitad de la toma (si varios adultos se encargan de darle el biberón) o hacer una toma con cada brazo (si es un solo adulto el que se encarga de esta tarea).

¿Qué consecuencias tiene la tortícolis muscular?

Son muchas las consecuencias que puede provocar una tortícolis muscular si no se corrige a tiempo: dolor músculo-esquelético, plagiocefalia (zonas de aplanamiento en la cabeza), dificultad en la alimentación (más evidente si se realiza lactancia materna, ya que le costará mamar más de un pecho que de otro), dificultad para construir la lateralidad (ya que no define correctamente la línea media), dificultad para construir su esquema corporal, etc.

¿Y si la tortícolis muscular ya está instaurada?

Si nuestro bebé ya presenta una tortícolis muscular, debemos acudir a un fisioterapeuta pediátrico lo antes posible. Además, debemos avisar al pediatra de que nos hemos percatado de esta dificultad.

El fisioterapeuta pediátrico valorará la cabeza y el cuello de tu bebé para poder realizar una intervención adecuada.

No obstante, debemos seguir aplicando los consejos que os he ofrecido anteriormente, teniendo en cuenta que haremos más hincapié en estimular la rotación de cuello hacia el lado que tiene limitado.

Enlaces de interés a otras entradas relacionadas:

Y vosotros, ¿Aplicabais estos consejos con vuestros bebés? Os leo.

Espero que esta entrada os haya resultado interesante y que os ayude a entender la importancia de la prevención.

¡Os deseo unas fantásticas Navidades! ¡Un abrazo familia!

Acerca del Autor

Ana Carrasco

Mi nombre es Ana Carrasco, natural de Sevilla. Soy graduada en Fisioterapia por la Universidad de Sevilla y Doctorada en Fisioterapia por la Universidad de Murcia. Después de años dedicados a la Fisioterapia Pediátrica, decido poner a tu disposición toda mi experiencia y mis conocimientos para ayudarte en el maravilloso pero inquietante camino de ser mamá o papá.

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