¡Hola familia! Por fin estoy por aquí de nuevo con un post titulado: Revisión de la bañera Shnuggle.

Antes de nada, quiero contaros que últimamente me cuesta más sacar tiempo para redactar las entradas y es que… ¡He sido mamá! Estamos en pleno proceso de aprendizaje y de conocernos. Además, no quiero perderme ni un segundo de sus gestos, movimientos… Intentaré estar lo más activa posible en el blog.

Dicho esto, hoy vengo a hablaros sobre uno de los objetos que solemos comprar cuando preparamos todo lo necesario para la llegada de un bebé.

Cuando estaba decidiendo qué bañera comprar, tuve muchas dudas porque igual que con el resto de cosas, el mercado es muy amplio y cuesta decidirse… que si plegable, rígida, con patas, sin patas, con adaptador para recién nacido, que si con cambiador incluido… ¡Toda una odisea!

Después de meses analizando los pros y los contras de cada modelo, nos decidimos por la bañera Shnuggle y hoy vengo a contaros qué me está pareciendo.

La bañera Shnuggle tiene un precio de 47,90€ y las patas se venden por separado por unos 49€. De esta forma el precio de la bañera con patas es de aproximadamente 100€.

Bañera Shnuggle
Dimensiones de la bañera Shnuggle
Bañera Shnuggle con patas

Esto hace que no sea de las más baratas del mercado, pero tampoco de las más caras.

Para que tengáis referencias, os dejo el precio de otras de las bañeras más conocidas del mercado:

Bañera de Stokke: 130€ incluyendo la bañera, el soporte para recién nacido y las patas.

Bañera Chicco Cuddle & Bubble: 139€ la bañera con patas y el cambiador.

Bañera Luma Babycare: 94,99€ la bañera, las patas y el soporte para recién nacido.

Por supuesto, siempre hay opciones mucho más económicas y que igualmente cumplirán su función como la bañera de Ikea (9€).

Cuando estábamos mirando las opciones, queríamos un modelo que nos diera seguridad y comodidad en el periodo de recién nacido, ya que la inexperiencia provoca inseguridad en esa etapa en la que ellos son tan delicados. Por este motivo, las características que buscábamos eran:

  • Que tuviera patas para que estuviera a nuestra altura y fuera más cómoda.
  • Que tuviera adaptador para los recién nacidos.
  • Que permitiera el baño con el bebé en posición de flexión (doblado hacia delante).

En relación a los adaptadores, tanto la de Stokke como la de Luma traen uno que se puede quitar y poner. Eso hace que la bañera se pueda utilizar más tiempo, pero a la vez el adaptador sea más inestable. Algunos padres comentan que no les da del todo seguridad y que al final tienen que estar igualmente sujetando al bebé con el brazo como las que no traen adaptador. Y claro, si no te ofrecen esa comodidad al 100%, el modelo de Ikea es mucho más económico.

Así que queríamos un modelo que el adaptador estuviera incluido en la bañera. La de Shnuggle trae un taco que hace de tope en el culete y un respaldar antideslizante.

Bebé de 1 mes en la bañera Shnuggle

Respecto al baño en flexión, las bañeras que permiten esta posición reciben el nombre de bañeras fetales. Hay algunos modelos que colocan al bebé más en flexión que la de Shnuggle, pero no sabíamos si sería del todo práctica, por lo que nos decantamos por este modelo que permitía una posición intermedia.

El motivo de buscar un baño en flexión es que como ya sabemos, los bebés recién nacidos suelen tender a retener gases por inmadurez del sistema digestivo, y el baño en esta posición les alivia el malestar de la barriga y les ayuda a expulsarlos.

Las bañeras fetales están muy indicadas en bebés con cólicos. Os dejo los enlaces de entradas relacionadas con este tema:

Introducción al cólico del lactante: ¿Qué es? ¿A quién afecta? ¿Cómo prevenirlo?

Cólico del lactante: ¿Lactancia a demanda o fijación de las tomas?

Otros factores que influyen en el cólico del lactante cuando se realiza lactancia materna.

Masaje infantil para el cólico del lactante.

Como otro aspecto positivo de la bañera Shnuggle, destacaría que el gasto de agua es mínimo, ya que la base de la bañera es reducida. Además, las patas son plegables, por lo que puedes recogerlas cuando no las estés usando.

Sin embargo, como aspecto negativo destacaría que la bañera es rígida, por lo que requiere más espacio que otros modelos como la plegable de Stokke. Por otro lado, la marca la indica hasta los 12 meses, sin embargo, algunos padres comentan que le ha durado bastante menos.

En resumen:

Finalmente, nos decantamos por este modelo porque priorizamos el periodo de recién nacido, siendo conscientes de que posiblemente haya que comprar otra en un futuro. No obstante, en ese momento ya podremos comprar una más sencilla y económica como la de Ikea con el único objetivo de gastar menos agua que si llenamos nuestra bañera.

El uso de las patas de esta marca, al igual que las del resto, está limitado por el peso del bebé. Sin embargo, no sabemos si llegará antes el límite de peso o el chapoteo que nos obligue a usar nuestra bañera (jeje).

Nosotros estamos muy contentos con esta bañera. Cumple los requisitos que queríamos. No obstante, es importante que conozcáis vuestras necesidades para buscar la que más se adapte a vuestra familia, ya que no creo que una sea mejor que el resto.

¿Qué modelo de bañera tenéis vosotros? ¿Estáis contentos con la elección? Os leo con atención.

Un saludo y feliz semana a todos.

Acerca del Autor

Ana Carrasco

Mi nombre es Ana Carrasco, natural de Sevilla. Soy graduada en Fisioterapia por la Universidad de Sevilla y Doctorada en Fisioterapia por la Universidad de Murcia. Después de años dedicados a la Fisioterapia Pediátrica, decido poner a tu disposición toda mi experiencia y mis conocimientos para ayudarte en el maravilloso pero inquietante camino de ser mamá o papá.

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