¡Hola a todos! ¿Zapatos en bebés? ¿A favor o en contra?

Esta semana os traigo una reflexión sobre un tema que genera mucha confusión en los padres.

Muy frecuentemente me consultáis sobre cuándo se deben a empezar a utilizar zapatos en los bebés. La pregunta suele ser ¿A partir de qué edad deben utilizarse?.

Lo cierto es que no depende de la edad del bebé sino del punto en el que se encuentre de su desarrollo motor, más concretamente depende de la forma de desplazamiento más avanzada que haya adquirido.

A continuación os daré algunas claves para saber cómo debemos actuar respecto a este tema.

En primer lugar debemos conocer las diferentes formas de desplazamiento que pueden desarrollar los bebés:

  • Pivotaje bocabajo: Estando bocabajo se desplaza como las agujas del reloj (no necesariamente en el mismo sentido).
  • Volteos: Darse la vuelta de bocabajo a bocarriba o viceversa.
  • “Culeo”: Desplazarse dando pequeños impulsos mientras está sentado.
  • Arrastre: Avanzar moviendo las piernas y los brazos (se apoya sobre los antebrazos y los codos) sin despegar el abdomen del suelo.
  • Gateo: Avanzar manteniendo el peso sobre las manos y las rodillas. El abdomen está separado del suelo.
  • Puesta en pie con apoyo: Ponerse de pie agarrándose a un mueble o a otro objeto.
  • Marcha lateral con apoyo: Desplazarse lateralmente agarrándose a un mueble o al sofá.
  • Marcha con apoyo: Andar con apoyo de las manos arrastrando por ejemplo una silla o un correpasillos.
  • Marcha sin apoyo: Andar sin apoyo de las manos.

Debemos identificar en qué forma de desplazamiento se encuentra nuestro bebé. De esta forma, identificaremos la forma más avanzada que realiza de forma independiente, es decir, sin ayuda. Por ejemplo, si nuestro bebé es capaz de desplazarse gateando o andando de la mano, estaría en la fase de gateo, ya que para andar necesita nuestra ayuda.

 Si el nivel máximo de desplazamiento que ha adquirido tu bebé es el pivotaje, el volteo, el “culeo”, el arrastre o el gateo: NO debemos utilizar zapatos, ya que dificultarán el desarrollo de estas destrezas motoras.

Esto no quiere decir que puntualmente para una ocasión especial no puedan utilizarse zapatos con fines decorativos pero no como herramienta de desplazamiento. Si diariamente el bebé utiliza zapatos deben ser de tela y sin suela. Además, es recomendable quitárselos cuando el bebé vaya a estar en superficies que le permitan el movimiento libre, tales como el suelo o los parques de juego de bebés.

Zapatos en bebés

Si el nivel máximo de desplazamiento que ha adquirido tu bebé es la puesta en pie con apoyo, la marcha lateral con apoyo o la marcha con apoyo: os recomiendo el uso de zapatos tipo ATTIPAS ya que sin dificultar el desplazamiento en el suelo (mediante el pivotaje,”culeo”, arrastre o gateo) proporciona estabilidad en la puesta en pie, en la marcha lateral y en la marcha con apoyo.

En la página web de Attipas encontraréis la guía de tallas que podéis descargar e imprimir para acertar con el número. Además de en la página web oficial, podéis encontrarlos en otras tiendas como Amazon o El Corte Inglés.

Si tu bebé ha alcanzado la marcha sin apoyo: SÍ debemos utilizar zapatos con suela. El calzado debe tener una suela flexible (debemos doblarla para comprobar que realmente lo sea) y tener un refuerzo lateral para favorecer la correcta alineación del pie.

En estos casos os recomiendo calzados tipo Biomecanics ya que reúnen los dos requisitos nombrados anteriormente. Además tienen la hendidura posterior en forma de “U” para favorecer otros hitos del desarrollo motor como la puesta en pie o el gateo.

Existen muchas marcas en el mercado con zapatos adecuados para el desarrollo. Recomiendo que os acerquéis a una zapatería infantil y analicéis si cumplen los requisitos.

Es importante que sepáis que estas claves son aplicables a bebés con desarrollo típico. En el caso de que nuestro hijo presente un retraso en el desarrollo motor el uso de calzado puede ser necesario antes de la adquisición de la marcha autónoma.

Por otro lado, me gustaría trasmitiros que estas claves deben aplicarse en aquell@s niñ@s que están siendo estimulad@s de forma adecuada, es decir, bebés que están recibiendo un entorno estimulador sin la utilización de dispositivos que pongan al bebé en posiciones para las que no están preparados, tales como, tacatás, arneses, saltadores para bebés, etc. Dispositivos por tanto NO recomendables.

Por último, el uso de zapatos es independiente a la necesidad de que las plantas de los pies reciban información sensitiva del medio. De esta forma, es importante que a cualquier edad, pero más importante aún en los bebés y niñ@s pequeñ@s, se ande descalzo por diferentes terrenos (arena, suelo, césped, etc.). Además de favorecer la integración sensorial estaremos favoreciendo el desarrollo de las estructuras musculares y óseas de los pies.

¡Os deseo una feliz semana! Gracias por estar aquí una semana más.

Acerca del Autor

Ana Carrasco

Mi nombre es Ana Carrasco, natural de Sevilla. Soy graduada en Fisioterapia por la Universidad de Sevilla y Doctorada en Fisioterapia por la Universidad de Murcia. Después de años dedicados a la Fisioterapia Pediátrica, decido poner a tu disposición toda mi experiencia y mis conocimientos para ayudarte en el maravilloso pero inquietante camino de ser mamá o papá.

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