¡Hola a todos y feliz Día de la Madre a todas las mamás! Espero que disfrutéis de este día tan especial. En el post de esta semana hablaremos sobre un tema por el que me habéis preguntado mucho: ¿Es mejor que los niños anden descalzos o con zapatos?
Hace unos meses, dediqué un post a este tema. Os dejo el enlace por si os interesa.
En esta entrada, os intentaba guiar con la decisión de cuándo empezar a usar calzado con los bebés:
- Si el máximo nivel de desplazamiento que ha adquirido tu bebé es el pivotaje, el volteo, el “culeo”, el arrastre o el gateo: NO debemos utilizar zapatos, ya que dificultarán el desarrollo de estas destrezas motoras.
- Si el máximo nivel de desplazamiento que ha adquirido tu bebé es la puesta en pie con apoyo, la marcha lateral con apoyo o la marcha con apoyo: os recomiendo el uso de zapatos tipo ATTIPAS ya que sin dificultar el desplazamiento en el suelo (mediante el pivotaje,”culeo”, arrastre o gateo) proporciona estabilidad en la puesta en pie, en la marcha lateral y en la marcha con apoyo.
- Si tu bebé ha alcanzado la marcha sin apoyo: SÍ debemos utilizar zapatos con suela. El calzado debe tener una suela flexible (debemos doblarla para comprobar que realmente lo sea) y tener un refuerzo lateral para favorecer la correcta alineación del pie.
Sin embargo, y si nos encontramos en el tercer caso, ¿Significa esto que andar descalzo sea negativo para el desarrollo músculo-esquelético del pie?
Para entender la respuesta es necesario que atendamos a algunos apuntes de anatomía y del desarrollo.
Los pies están formados por diferentes músculos que se van desarrollando poco a poco. Los pies de los bebés son blandos y planos, es decir, su musculatura está aun inmadura. Cuando el bebé empieza a ponerse de pie y a andar por si solo, los músculos empiezan a fortalecerse y a dar forma al pie.
Cualquier sostén externo disminuye la activación muscular, ya que, debido a la ayuda que ofrecen, la estructura muscular no tiene que trabajar tanto para mantener la alineación correcta en los huesos.
Por ejemplo, cuando nos colocamos un collarín cervical tras un accidente, la musculatura del cuello no necesita trabajar tanto para mantener el cuello, ya que el collarín está trabajando por ella.
Esto mismo pasa con los zapatos, al usarlo, la musculatura que estabiliza el tobillo y que forma el arco plantar, tiende a trabajar menos.
Sin embargo, el uso de un calzado adecuado también ayuda al desarrollo correcto de las estructuras músculo-esqueléticas. Además, nos protege de poder pisar algo que nos haga daño, de la temperatura, etc.
Por este motivo, es muy importante, que siempre se combinen tiempos de uso de calzado con tiempo de andar descalzo.
Si es posible, por ejemplo, andar descalzo en casa y con zapatos en la calle.
De esta forma, en los momentos que usemos calzado, éste debe ser adecuado y respetuoso con el desarrollo del niño. Es decir, con suela flexible para que respete su movimiento natural, con contrafuerte lateral para ayudar al correcto desarrollo de la alineación del tobillo y con hendidura posterior si aun utiliza también el gateo como forma de desplazamiento.
Por otro lado, es igual de importante que los pequeños jueguen descalzos por diferentes terrenos (césped, arena de la playa, suelo de casa, etc.) para fortalecer la musculatura del pie. Además, andar descalzo tiene muchas ventajas sensoriales.
Frecuentemente, en consulta atendemos niños con hipersensibilidad en la planta del pie por no haber recibido esa experiencia sensorial. El sistema nervioso de los niños está en constante desarrollo y necesita de experiencias motrices y sensoriales para integrar y tolerar los diferentes estímulos.
No solo es importante que los niños anden descalzos, todos debemos experimentarlo con frecuencia.
Últimamente he leído muchas opiniones sobre el debate de andar descalzo o con zapatos, sin embargo, desde mi opinión, no debemos renunciar a ninguna de las dos experiencias. Considero que ambas prácticas aportan cosas positivas al desarrollo de nuestros hijos y que no debemos escoger entre ellas.
Y vosotros, ¿Qué pensáis?, ¿Cuál ha sido vuestra experiencia?
Tal y como os dije en la otra entrada, lo ideal para comprar un calzado es ir a la zapatería y tocarlos para aseguraros que cumplen los requisitos de los que hemos estado hablando.
Recordad, que la información que os ofrezco en este blog es de forma general y no individualizada. Existen casos de niños con deformidades en los pies que requieren el uso de órtesis o necesitan usar calzado durante más tiempo. Es importante que en estos casos sigáis las indicaciones del fisioterapeuta infantil que lo atienda. Siempre podéis escribirme para contadme vuestro caso particular.
¡Esto es todo por hoy! Espero vuestros mensajes contándome vuestras experiencias.
Estoy en Instagram con la cuenta @tufisioinfantil.
¡Feliz domingo lectores!