¡Hola lectores! ¡Ya estoy de vuelta con mucha energía! Esta semana vengo a hablaros sobre la Bronquiolitis: ¿Qué es y cómo prevenirla?

Espero que hayáis tenido unas fantásticas vacaciones y que la vuelta a la rutina os sea lo más llevadera posible.

Este verano he podido reflexionar sobre hacia dónde quiero crecer profesionalmente, y sin duda, ampliar y mejorar el contenido de este blog es uno de mis principales objetivos.

Para mi vuestra opinión es muy importante, ya que crear contenido útil para vosotros es la única meta de tufisioinfantil. Por eso os pido que utilicéis cualquier forma posible (comentarios, contacto o Instagram) para darme vuestra opinión. Además, me encantaría que me dejarais vuestras dudas y propuestas para poder crear contenido en función de vuestras inquietudes, ¡Soy toda oídos! O mejor dicho, ¡Soy toda ojos!

Como os adelantaba al principio del post, la primera entrada de este mes he querido dedicarla a la bronquiolitis.

La bronquiolitis es la inflamación de las vías aéreas más pequeñas en los pulmones (bronquiolos). Aunque es más frecuente que se produzca durante el invierno y el principio de la primavera (de noviembre a marzo), puede ocurrir en cualquier época del año, por lo que debemos estar informados y preparados en todo momento.

Bronquiolitis

Las vías aéreas hacen referencia a los conductos que llevan el aire desde el exterior a nuestros pulmones y viceversa. Al introducirse las vías aéreas en los pulmones, éstas se dividen en conductos más pequeños, siendo los bronquiolos las vías aéreas más pequeñas.

Esa es la principal diferencia con la bronquitis. La bronquitis es la inflamación de los bronquios, unos conductos más gruesos que se dividen para formar los bronquiolos.

La bronquiolitis es un término que generalmente se utiliza para niños de 0 a 24 meses y es la causa más frecuente de ingresos hospitalarios en esa franja de edad.

A pesar de que este término se utiliza para estas edades, no podemos excluir a los niños y a los adultos de esta patología, puesto que igualmente tienen bronquiolos que se pueden inflamar. Sin embargo, es un término que escucharemos asociado a lactantes.

Puede ser causada por la infección de diferentes virus y el menor puede contagiarse de nuevo tras haber superado la enfermedad.

¿Qué síntomas tiene la bronquiolitis?

En la bronquiolitis, los menores de 24 meses, comienza como un catarro de las vías altas (estornudos, tos, goteo nasal, destemplanza, etc.) que empeora a los 2 o 3 días causando síntomas más intensos y de mayor gravedad (aumento de la tos, obstrucción en las vías respiratorias inferiores, respiración rápida, irritabilidad, dificultad respiratoria, rechazo de las tomas de alimentos, etc.).

Además, podemos observar signos de aumento del trabajo respiratorio, como el aleteo nasal o el tiraje costal (se le marcan las costillas al respirar). En algunos casos observaremos momentos de apnea (pausa/contención de la respiración) y ruidos respiratorios (“pitos”).

A la mínima sospecha de bronquiolitis debemos acudir al pediatra.

¿Cómo prevenir la bronquiolitis?

Algunas de las medidas que debemos tomar para prevenir la bronquiolitis son, precisamente, las que hemos tenido que adoptar desde la llegada del covid-19: lavado de manos frecuente del bebé y los adultos que van a estar con él, desinfección de juguetes, ventilación de los ambientes, no fumar cerca del bebé, evitar lugares cerrados con mucha gente, etc.

Además, es importante mantener una correcta hidratación de las vías respiratorias, ofreciéndole pequeñas y frecuentes tomas de líquido, siempre que sea posible. Si no, debemos mantener el ambiente hidratado a través de los humidificadores (siempre limpios y desinfectados correctamente).

Al mínimo síntoma de catarro, debemos mantener las vías aéreas despejadas, haciéndole lavados nasales con suero fisiológico. Si las mucosidades son muy espesas podemos hacer los lavados con suero hipertónico, que contiene mayor concentración de sal.

Esto nos ayudará a controlar la evolución de la bronquiolitis y evitar los síntomas más graves.

Os dejo el enlace a una entrada donde os hablé de cómo hacer los lavados nasales: «Mi hijo tiene mocos», ¿Cómo acabar con ellos?

Por último, acudir a un fisioterapeuta pediátrico, con formación en patologías respiratorias, os ayudará a frenar los síntomas y a evitar las complicaciones que puede generar la bronquiolitis.

Estas medidas son muy importante en bebés prematuros, ya que la inmadurez de sus pulmones los hacen más susceptibles a esta patología.

¡Esto es todo por hoy familia! Espero que el post de esta semana os haya ayudado a entender y a identificar los síntomas de la bronquiolitis.

Dejadme en comentarios si os apetece que dediquemos una entrada al tratamiento de la bronquiolitis, ¡Os leo!

Os deseo una fantástica semana a todos, ¡Un beso!

Acerca del Autor

Ana Carrasco

Mi nombre es Ana Carrasco, natural de Sevilla. Soy graduada en Fisioterapia por la Universidad de Sevilla y Doctorada en Fisioterapia por la Universidad de Murcia. Después de años dedicados a la Fisioterapia Pediátrica, decido poner a tu disposición toda mi experiencia y mis conocimientos para ayudarte en el maravilloso pero inquietante camino de ser mamá o papá.

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