¡Hola a todos! Hoy vamos a hablar en tufisioinfantil sobre un tema que me habéis preguntado mucho: Los bebés prematuros.

Pero antes, me gustaría daros las gracias por seguir el blog una semana más. Espero que os esté siendo de utilidad y recordad que siempre podéis contactarme para resolver vuestras dudas.

El embarazo tiene una duración de aproximadamente 40 semanas. Se considera bebé prematuro aquel que nace tras un embarazo de menos de 37 semanas.

En términos médicos, llamamos prematuros tardíos a los bebés que nacen tras un embarazo de entre 35 y 37 semanas. Por otro lado, llamamos prematuros moderados a los bebés que nacen tras un embarazo de entre 32 y 35 semanas, muy prematuros a aquellos que nacen entre la semana 28 y la 32 del embarazo y prematuros extremos aquellos que nacen tras menos de 28 semanas de embarazo.

Existen muchas posibles causas de un parto prematuro y factores de riesgo que pueden provocarlo. Sin embargo, lo cierto es que la mayoría de las familias de bebés prematuros que atiendo no conocen la causa de su parto prematuro. En la larga lista de posibles causas y factores de riesgo que pueden causar un parto prematuro, el COVID-19 ha sido de los últimos en incluirse.

Los bebés prematuros deben tener un seguimiento por parte de diferentes especialistas para vigilar que todos los sistemas se desarrollan de forma correcta. Esto es porque el bebé prematuro debe ser capaz de madurar (a nivel neurológico, a nivel respiratorio, etc.) en el medio externo lo que debería haber madurado en las semanas de embarazo que han faltado.

Cuanto más prematuro haya sido el parto, más necesidad tendrá el bebé de ser examinado periódicamente por especialistas como el neumólogo, el neurólogo o el oftalmólogo, por ejemplo. Del mismo modo, serán derivados a su Centro de Atención Infantil Temprana (C.A.I.T en Andalucía) para que el fisioterapeuta del centro revise y estimule, si fuera necesario, su desarrollo.

A continuación hablaremos sobre algunas de las peculiaridades de los bebés prematuros, pero antes, debemos tener en cuenta un concepto teórico: la edad corregida.

La edad corregida es la edad que el bebé tendría si hubiera nacido en la semana 40 del embarazo. Por ejemplo, si un bebé nace en la semana 36 del embarazo, a su edad cronológica habrá que restarle 1 mes (porque le han faltado 4 semanas de embarazo) para obtener su edad corregida. De esta forma, cuando ese bebé cumpla 2 meses desde su nacimiento, su edad cronológica será 2 meses, pero su edad corregida será 1 mes. Este ajuste de edad es importante, ya que, a la hora de analizar el peso, la talla, el perímetro craneal, el desarrollo motor, cognitivo, del lenguaje, etcétera, tendremos en cuenta su edad corregida y no la cronológica.

Este ajuste de edad se realiza hasta los 2 años, cuando el concepto edad corregida desaparece.

Este concepto causa en ocasiones confusión entre los padres, por lo que si no estáis acudiendo a un profesional (pediatra, fisioterapeuta infantil, neurólogo, etc.) que os ajuste la edad de forma exhaustiva, podéis ajustarla de forma aproximada en esta calculadora de edad corregida.

Algunas de las peculiaridades que pueden tener los bebés prematuros son: displasia broncopulmonar, dolicocefalia, hipertonía transitoria del prematuro e inmadurez del sistema somato-sensorial.

La displasia broncopulmonar (DBP) es un trastorno pulmonar que sucede como consecuencia de diferentes factores, como el uso de oxígeno al nacer, añadidos a la inmadurez de las vías aéreas y de los pulmones. Algunos prematuros la padecen, siendo más frecuente en muy prematuros y prematuros extremos.

Los bebés con displasia broncopulmonar, frecuentemente presentan sibilancias (“pitos”) en el tórax, por lo que en ocasiones necesitan tratamiento farmacológico.

Respecto a qué podemos hacer en casa para prevenir infecciones respiratorias, es muy importante mantener las vías respiratorias despejadas e hidratadas. Os dejo el enlace al post que hablamos sobre esto.

Si vuestro bebé tiene infecciones respiratorias frecuentes, os aconsejo acudir a su Pediatra y a un Fisioterapeuta Infantil especializado en Respiratorio.

Bebés prematuros

La dolicocefalia es una condición anatómica típica en bebés prematuros en la que la cabeza, vista desde arriba, es más larga que ancha.

Esta condición anatómica no tiene relevancia por sí sola, pero frecuentemente, la forma de la cabeza facilita que los bebés tengan posturas preferenciales cervicales, es decir, que tengan preferencia por girar más la cabeza hacia un lado que hacia el otro, lo que puede causar tortícolis y plagiocefalia. Os dejo el enlace al post que hablamos sobre este tema. Esto sucede porque, la forma redondeada de la cabeza facilita que ésta ruede por la superficie. Algunos prematuros, al no tener la cabeza tan redondeada, con frecuencia caen en un lado y tienen mayor dificultad para girar al lado contrario.

La hipertonía transitoria del prematuro es aumento de tono temporal de la musculatura. Podemos observar que los brazos y las piernas se encuentran rígidos cuando los movilizamos.

Se produce por inmadurez del sistema muscular, por lo que poco a poco debe ir disminuyendo.

La hipertonía transitoria del prematuro puede en ocasiones provocar que al bebé le cueste más trabajo desarrollar algunos hitos motores o que los desarrolle con menos control. Es por ello que el desarrollo motor de los bebés prematuros debe ser controlado periódicamente, ya que por su condición tienen riesgo de producirse alteraciones en su desarrollo.

Bebés prematuros
Piel con piel

Por otro lado, el sistema somatosensorial, encargado de proporcionarnos información sobre el tacto, la presión, la temperatura, entre otros, debe adaptarse al cambio de medio que experimenta el bebé al nacer. Los bebés prematuros presentan inmadurez de este sistema, por lo que es importante ofrecerles un entorno que haga más progresivo este proceso. Por ejemplo, no debemos exponerlo a cambios bruscos de temperatura.

Por este motivo, el porteo es una herramienta fantástica en prematuros, ya que permite que el bebé se vaya adaptando al nuevo medio a la vez que mantiene el contacto con su madre o su padre. Además, facilitará la alimentación, aspecto que generalmente preocupa mucho a los padres de bebés prematuros.

Por último, os dejo el enlace a una guía para madres y padres de bebés prematuros tras el alta hospitalaria. Está elaborada por la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía.

Espero que hayáis aclarado algunos conceptos. Dejadme en comentarios sobre qué temas queréis seguir leyendo en el blog y cuáles son vuestras dudas o preocupaciones.

¡Gracias por estar por aquí! ¡Os deseo una fantástica semana!

Acerca del Autor

Ana Carrasco

Mi nombre es Ana Carrasco, natural de Sevilla. Soy graduada en Fisioterapia por la Universidad de Sevilla y Doctorada en Fisioterapia por la Universidad de Murcia. Después de años dedicados a la Fisioterapia Pediátrica, decido poner a tu disposición toda mi experiencia y mis conocimientos para ayudarte en el maravilloso pero inquietante camino de ser mamá o papá.

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